Memorias de un anarquista en prisiónLa coherencia es una de las virtudes más escasamente repartidas en la humanidad. También, una meta que premia al que la persigue no tanto con su entrega como con el camino de integridad y dignidad al que lo expone. Alexander Berkman fue uno de esos aventureros. En sus Memorias de un anarquista en prisión (Melusina, 2007) ofrece un retrato a corazón abierto de los padecimientos, dudas y temores que le deparó mantenerse fiel a su utópica creencia de que era posible construir un mundo justo y equitativo en el que no existiera la pobreza ni la explotación humana.
Ingresó en la prisión muy joven, poco tiempo después de llegar a Estados Unidos procedente de su Rusia natal y tras  protagonizar, en 1892, un sonado attentat contra un rico empresario inescrupuloso y abusivo. Buscaba despertar la conciencia de la clase trabajadora, pero nada salió como lo había planeado.
Su acto revolucionario se desvaneció en el aire, no sin antes condenarlo a una larguísima estancia carcelaria en condiciones extremas de maltrato y abandono. En lo que él creía el fin de su lucha anarquista, e incluso de su propia existencia, Berkman inició un duro pero revelador proceso de autoconocimiento y estudio de sus semejantes y un agudo replanteo del ideario libertario que lo había obsesionado desde pequeño y por el que había decidido renunciar a una vida acomodada.
El libro se inicia algo torpemente con un relato minucioso de las vivencias en prisión, para ir poco a poco cobrando altura en su vuelo literario hasta acabar siendo un agudo retrato de la esencia humana y de la gesta revolucionaria de unos hombres que hoy, a la luz de una época marcada por la indiferencia y el capitalismo, parecen personajes de ficción.
Las Memorias de un anarquista… son una confesión de los más íntimos pensamientos de un hombre acorralado por la soledad y el sufrimiento y una nueva demostración de la fortaleza que anida en los espíritus aferrados a la fe, sea esta religiosa, ideológica o de cualquier otro tipo.

Junto con este libro, la gente de la editorial Melusina me envió su catálogo 2007 y la sorpesa fue doble. Se trata de un precioso y completo cuadernillo en el que pude comprobar que siguen existiendo otros soñadores como Berkman. La oferta de Melusina para este año abarca títulos sobre el mundo animal y el «postfeminismo», obras de autores europeos inéditos y nuevas creaciones de Juan José Millán y el checo Patrik Ourednik, entre muchos otros manjares de sabores exóticos y profundos.