Carpe DiemHoy Carpe Diem cumple un año y yo celebro mis primeros doce meses como blogger. Este fue un período intenso, que comenzó casi como un experimento y terminó convirtiéndose en un hobby apasionante, enriquecedor y también, lo confieso, esclavizante.
El blog nació en Periodista Digital el 27 de septiembre de 2006. En esa época era jefa de prensa de una institución cultural y echaba muchísimo de menos escribir a diario sobre diferentes temas que me parecían curiosos o interesantes. Además, escuchaba hablar y leía cada vez más a menudo sobre la blogosfera y no quería quedarme atrás en esta nueva herramienta de comunicación on-line.
Me propuse abrir un blog como desafío personal y profesional, sin tener demasiados conocimientos en el tema. En este tiempo he aprendido muchísimo sobre cuestiones técnicas que hacen a la publicación, edición, navegación y diseño, y he conocido (virtualmente) a gente interesantísima, cuya constancia en la lectura y valioso aporte a través de sus comentarios son ya para mí parte fundamental de Carpe Diem.
Ellos, los visitantes del blog, son también el motor que alimenta mi entusiasmo cuando decae, algo que sucede con cierta frecuencia en la aparentemente solitaria, sorda e infructuosa labor del blogger. Aunque nadie te obliga a escribir en forma periódica, ni a hacerlo mejor o peor, con dedicación o al boleo, con rigor o sin escrúpulos, poco a poco el blog va ocupando espacio en tu mente, acaparando más tiempo y ganando poder en tu vida hasta imponerse como una obligación, voluntaria y tal vez innecesaria, estamos de acuerdo, pero no por eso menos exigente.
A medida que me fui haciendo más ducha en esto, también fui entendiendo que Carpe Diem necesitaba un nuevo alojamiento, una casa de paredes de cristal y extenso jardín donde llegara la luz en forma directa, pudiera plantar las flores que le apeteciera y no debiera cincunscribir a nada más que a sus propias leyes e ideas. Así, a finales de mayo de 2007 decidí mudarlo y, en cierta forma, comenzar de nuevo. El destino elegido fue el que hoy ocupa en WordPress.
En los cuatro meses que lleva aquí, el blog ha recibido 28.900 visitas que, sumadas a las 59.500 que alcanza en Periodista Digital, hacen un total de 88.400 visitas en un año, lo que equivale a 245 por día. Durante este tiempo he publicado 300 posts (a razón de 25 por mes aproximadamente) y recibido 528 comentarios sólo en WordPress (no hay recuento de comentarios en Periodista Digital).
El blog crece a un ritmo sostenido, gracias a los que siempre están, a quienes lo descubren casualmente a través de una búsqueda y a los enlaces que llegan desde otros blogs, portales e incluso desde diarios consolidados.
Es una sorpresa continua lo que sucede a partir de Carpe Diem, los proyectos y relaciones que nacen, los pensamientos que dispara, las reacciones que provoca. Para mí, además, sigue siendo un desafío, hoy más centrado en la necesidad de explorar las tripas de este mundo virtual fagocitante y en el misterio eterno que encierra para algunos de nosotros esta necesidad íntima y vital de escribir y que otros te lean y de descubrir y compartir con los demás la excitación del hallazgo.

Como novedad y para festejar este primer aniversario hoy se inaugura la página de archivo de «Dixit, dixerunt». Allí iré pasando las frases, citas y proverbios que se publican a diario en esa sección de Carpe Diem.

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