Sin duda los concursos televisivos de música sirven para reirse un buen rato de papelones, gallos y traspiés ajenos, pero también se han convertido en una vía para descubrir nuevos talentos. Los que consiguen tener una carrera en el mundo de la música tras su paso por las academias televisadas suelen responder a un prototipo único de cantante-con-(muy)buena-presencia-y-
voz-melodiosa-que-hace-pop-(muy)comercial-con-abundancia-de-canciones-bailongas-y-baladas-románticas. En España se los conoce como “triunfitos” o miembros de “la generación OT”, en alusión al programa del que salió la mayoría, Operación Triunfo.
Pero el fenómeno es mundial. Se fue extendiendo montado en la alfombra mágica de la globalización y no ha dejado a ningún público indiferente. Con los mínimos ajustes necesarios, el formato -que parece tener más éxito cuanto más radical es la transformación de patitos feos a cisnes de los concursantes- se repite en un gran número de países.
A la par que estrellas, estos programas también son máquinas de fabricar fanáticos. Y estos fanáticos de Estados Unidos están en pie de guerra contra los de Filipinas a causa de dos niñas. Ellas son Bianca Ryan (por el equipo americano) y Charice Pempengco (por el asiático), de 11 y 14 años respectivamente y ambas con una asombrosa voz para alguien de su edad (e incluso para cualquiera, para qué nos vamos a engañar).
Bianca fue la ganadora de una edición del programa American Got Talent, mientras que Charice fue descubierta en Little Big Star, show de la televisión coreana en el que consiguió el tercer puesto. Ambas se han convertido en auténticas divas en miniatura, con su correspondiente séquito de managers, discográfica, jefe de prensa, estilistas, etc.
El lema de esta guerra de pequeñas divas, que se libra principalmente a través de foros y comentarios en internet, es algo así como “la nuestra canta mejor y es la verdadera maravilla musical de los últimos todos los tiempos”.
Los videos de ambas en YouTube reciben miles de visitas y hasta hay uno en el que se las compara abiertamente:
Links:
Más videos de Charice Pempengco
Charice Pempengco en MySpace
Su página web
Más videos de Bianca Ryan
Web de Bianca Ryan
Comparto la aversión de los músicos no televisivos por los “triunfitos”. La mayoría son productos de plástico que duran dos días. Un saludo, compañera.
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Pobres chicas y chicos. Me recordaste mucho a la película “Little Miss Sunshine”, que retrata este fenómeno de los concursos, en ese caso de belleza, para niñas en forma excelente.
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Igual no se puede negar que cantan como los Dioses!!! es un don!!! más allá de los productos generado de pláticos, que estoy totalmente de acuerdo, acá hay talento. Y si de niña es lo que queres hacer no lo sufris, lo malo es cuando son llevados a la fuerza.
Cada dia mejor Carpe Diem eh!!?? Felicitaciones!!
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Me da pena por las pobres niñas. Aunque sus carreras deberían ser bastante diferentes (no es lo mismo una diva que una niña pop), mirad lo que han hecho con las Spears y las Aguileras. Han tomado a chiquillas y las han convertido en Paris Hiltons… y todavía puede ser peor. Esta visto que la fama transforma a la gente; hay que ser realmente maduro para poder resistir el embite de la fama, y esas niñas dudo que lo sean (qué narices, dudo que el 80% de la gente sea capaz de aguantarlo).
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qué humillante, yo no afino ni el “arroz con leche” 😀
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Me gusta su blog, lo seguiré leyendo con sumo interés. Lo añado a las lecturas enlazadas desde en mio con su permiso.
Un muy cordial saludo.
http://unlugareclectico.blogspot.com/
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