Se nos cae 2007 del almanaque. Se termina. Me gustan los finales de año, porque son momento de balance y retrospección. Pero más me gusta empezar un nuevo año, porque en estos primeros días todos son buenos deseos, planes, propósitos y proyectos.
Con ese ánimo iniciemos 2008. Aferrados a la memoria, conscientes de nuestra delicada vulnerabilidad y extrema finitud, pero viviendo como si aún nos quedara una eternidad de dicha, posibilidades y sorpresas. ¡Feliz Año Nuevo para todos!

 Carpe Diem hará una breve pausa hasta el próximo fin de semana.