bisiestoDurante una aburrida siesta de un verano de hace casi dos décadas, mi amigo R. me dijo que, aunque faltaban pocos días,  todavía no había decidido cuándo celebrar su cumpleaños. Estábamos tirados en el suelo de baldosas frías, debajo de un ventilador y con el radiocassette sonando a toda máquina. Le contesté que a mí me gustaba festejar mi cumpleaños el día en que caía, aunque si era entre semana, claro, no tenía demasiada gracia así que solía pasarlo al viernes o sábado siguientes. Él se apoyó en un codo y me miró riendo. «No entendés -dijo- yo tengo qué elegir si este año quiero cumplir el 28 de febrero o el 1 de marzo. Nací un 29 de febrero y sólo una vez cada cuatro años puedo celebrarlo ese día, los demás decido yo cuándo cumplo».
A él le parecía divertidísimo, una rareza que lo hacía diferente. A mí me pareció un HORROR, pero hoy me río porque es cierto, ser bisiesto no pasa de ser una peculiaridad similar a ostentar un nombre raro, haber nacido en un taxi o tener un hermano gemelo idéntico. Incluso puede servir como señal de pertenencia a un selecto grupo, el de los que nacieron un 29 de febrero. Ya son dos mil de ellos los que integran el Club Mundial de los Bisiestos, creado por el español José Manuel Ubarrechena en 1996 a través de un anuncio que publicó en un diario buscando otros que, como él, festejaran su aniversario cada cuatro años.
Decenas de miembros del club harán mañana de su singularidad un motivo de agasajo. Participarán de una peregrinación a un monte de San Sebastián encabezada por el fundador y la mascota del grupo, una perra también bisiesta, y una vez arriba habrá comilona, baile y misa celebrada por un cura que, por supuesto, es otro «olímpico». Ubarrechena afirma que los que nacieron ese día -que suelen contar su edad en forma cronológica, como todo el mundo, pero también «bisiesta», es decir sumando un año cada cuatro- traen suerte. Quiere contrarrestar la creencia popular de que «año bisiesto, año siniestro».

El Club Mundial de los Bisiestos fue descubierto por el diario El Mundo