Mi viaje a Palma de Mallorca fue estupendo. Fueron sólo dos días pero rindieron como cuatro por su intensidad. El primero lo pasé en el mar siguiendo a los veleros que disputaban la final de la famosa regata Copa del Rey y disfrutando de la sala VIP y demás instalaciones del Real Club Náutico. Los organizadores y los chicos de Autoritas se portaron de maravillas y la compañía (Rosa, Carlos, Ariadna, César, Verónica, Chiara, José Luis, Chiqui, Paloma, Ion, Nacho, Ginés) fue inmejorable. Tan buena que esa noche se alargó entre raciones, brindis y charlas, todo con mucho cacharro tecnológico de por medio (sí, eran un puñado de geeks… y yo).
El domingo, ya sin competición, decidimos descansar bien por la mañana y luego aprovechar las espectaculares playas mallorquinas. Fuimos a la de Palmanova, donde pocos días antes ETA había matado a dos guardias civiles. Comiendo en un chiringuito nos enteramos de que estaban explotando varias bombas en distintos restaurantes y bares en el centro de Palma, esta vez sin víctimas. Hubo mucha tranquilidad y muchísima seguridad, así que la cosa no pasó de un mal trago hecho con toda la intención de perjudicar el turismo, la imagen de España en el exterior y las vacaciones de la familia real. No lo consiguieron, por supuesto. Yo, por lo pronto, sólo pienso en repetir la visita en cuanto pueda.
Ahora sólo nos falta repetir el año que viene. 😉
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Ahora sólo nos falta repetir el año que viene. ;);. All the best!!
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