buzonSalvo honrosas excepciones, el género epistolar tradicional -el que hace referencia a las cartas enviadas en papel- agoniza víctima de la tecnología y los cambios en las costumbres. No hay mucho que podamos hacer: el pronóstico es grave, cercano al desahucio. Por su cercana condición de piezas de colección, testigos de una época caducada y símbolos del lento ritual que encierra su escritura y del romanticismo de la espera (y de la llegada), las cartas hoy son rescatadas, estudiadas y atesoradas. Especialmente las que escribieron los famosos a su gente, misivas privadas que al ser llevadas a la luz se transforman en una confesión de problemas cotidianos y sentimientos escondidos, en una jugosa autobiografía arrancada al pasado.
A la recopilación de esa correspondencia personal -aunque hay algunas cartas públicas e incluso alguna literaria- de personajes célebres se dedica el blog Cartas famosas de la historia, escrito por Olga (su autora no da más datos sobre sí misma).